Krístel Guirado, homenajeada del Festival de Teatro Los Teques 2024

Por: Henys Peña.

Los Teques, 2 de octubre de 2024.- Kristel Guirado fue propuesta por la comunidad teatral del Municipio Bolivariano de Guaicaipuro, propuesta ratificada por el Alcalde Farith Fraija, por lo que se ha convertido en la homenajeada de esta edición, en un año lleno de reconocimientos y premios para esta creadora, que se ha hecho tequeña de corazón, palabra y letra.

Nacida el 2 de diciembre de 1968, hija de Villa de Cura o La Villa, como emerge frecuentemente en sus conversaciones, guarda afectos y recuerdos, entre los que resaltan la palabra de su madre, hermanos, amigos y el inolvidable Oswaldo González.

Guirado es Docente universitaria, egresada de la Universidad Central de Venezuela en el 2000 como licenciada en letras, no tardó en regresar a sus aulas como docente, hoy en día continúa impartiendo clases, ahora en la Universidad Nacional Experimental de las Artes, en el Ambiente de Aprendizaje Altos Mirandinos, luego de doctorarse en Lingüística Hispánica en la Universidad de Zaragoza, reúne múltiples distinciones académicas.

Escritora prolífica, cuenta con once libros publicado, entre los que destacan: Tucutunemo ‘río de aguas espumosas’ (2023), Amapola duerme de día (2018), Amada Begoña: Antología de voces masculinas (2012), Tres textos para teatro (2006), Los juguetes más grandes (2006), Quebrantos (1993). Le han valido seis premios literarios, desde el I Festival de Monólogos “Armando Urbina”, Premio de Dramaturgia, obra: “Quebrantos” (1990), al VI Concurso Nacional de Dramaturgia “Gilberto Pinto”, Premio Único, Obra: “Amapola duerme de día”. Caracas, 2016.

Conocida por toda la comunidad teatral por su activa y decisiva participación en la gestión cultural en el estado Miranda, su estrecha relación afectiva con el dramaturgo Pablo Molina, que nos abandonó recientemente, y las numerosas puestas en escena que ha acompañado, por más de 20 años.

En los últimos años ha hecho de la Editorial Túnel 10 un espacio para la voz de los autores locales y el “autogobierno de la palabra”.